🚨A 40 años de su creación, el Programa del Vaso de Leche enfrenta severos problemas de gestión que comprometen su eficacia en atender a la población más vulnerable del país. En 2025, casi la mitad de sus beneficiarios no se encuentra en situación de pobreza, lo que representa más de 1.3 millones de personas infiltradas.

Esta situación se agravó tras la aprobación de la Ley N.º 31782 en 2023, que eliminó la validación obligatoria mediante el SISFOH y delegó la selección de beneficiarios a los municipios, generando discrecionalidad, discontinuidad en la entrega de raciones y baja ejecución presupuestal eficiente: solo el 47% del gasto se destinó realmente a alimentos.​

Los datos departamentales reflejan aún más esta distorsión en la focalización: regiones como Ica, Madre de Dios y Lambayeque concentran los mayores niveles de infiltración, superando el 70%, mientras que Cajamarca y Loreto presentan niveles más bajos, pero debido a la generalización de la pobreza. A pesar del incremento presupuestal, la cobertura efectiva del programa ha retrocedido, y más del 70% de municipios no cumple con la entrega diaria obligatoria del PVL. Esta situación evidencia una necesidad urgente de reformar los mecanismos de identificación, homogeneizar los criterios del SISFOH y el INEI, y revisar a fondo las demás intervenciones sociales como Juntos, Qali Warma, Cuna Más y Pensión 65, para evitar que los recursos públicos terminen beneficiando a quienes no los necesitan.​